THE STORY OF TWO RESCUES BY THE MOST UNLIKELY CHARACTERS.
This is a reply to a request for background information about Hogan, a wire-haired dog that we had at the shelter and who found his forever home in Canada, with Cathy Witlox family.
Hi Cathy,
Hogan (Gohan before) came to me personally so I will tell you his story.
In Cozumel there are a few homeless people, and I count four of them as my acquaintances. I used to run every morning along the waterfront, and every day around 6 a.m I would greet four homeless men hanging out in the area near the light house, usually with a visible hang-over. We always exchanged a "good morning" and this lasted several years. Every day I had my four dogs with me, which raised warm comments from them almost every time. One day I saw a young dog hanging around with them. They said they found him right there, by the light house. They told me "Somebody left this puppy here and left money for his food! We found $7 dollars under him!" It is easy to imagine how the seven dollars were spent, and I am sure that they still look under every dog laying down, just in case. The dog stayed with these men for several weeks, and although it was not the best of situations, he was OK. I offered help with vaccines and de-worming, and of course neutering would come with that. The day our staff picked him up, the men wisely suggested that it was better to find him a good home, which was of course my ultimate intention. I would have not guessed though, that the good home this dog would end up at, was mine! His current name is Boris. His street name was Van Damme.
Since then, these men became dog rescuers of some sort. Every now and then they will report to me a dog in a bad situation; sometimes I am able to help, sometimes they don't remember where they saw the dog (and argue about it) and sometimes I'm not sure they are not making it up. But one day in mid May, one of them walked in my store and he had a mission. They usually just want a soda -they know well I will not give them money which would be spent on alcohol-, but this time the messenger was so excited about what he was going to tell me that he couldn't even get started. "We have... this little... very little dog that we found... his hair is like a pecary and he is very little... and he needs help. We called him Fluffy! Do you want to see him?" So off he went and came back a few minutes later with one of his friends carrying a wire-haired, smallish to medium size dog. He was very cute, but definitely not fluffy. The man was holding him like a baby, bouncing him so hard the poor dog might have been dizzy from it! He looked scared and a bit skinny, but otherwise he was OK. We took him to the shelter, had him checked out, and he joined the many other dogs that were waiting for a good home. Our newly arrived vet assistant named him Gohan, after a Dragon Ball Z character. Wire haired dogs are not very popular here, so we all hoped he would have an opportunity abroad. And happily it worked out! Through the group Rat Terrier Rescue, in Canada, he got the best home possible. He lives with Cathy Witlox and her family, which includes 2 other dogs. Check this blog www.wordwitlox.com/dogblog.
LA HISTORIA DE DOS RESCATES HECHOS POR LOS PERSONAJES MENOS PROBABLES
Esta es la respuesta a la solicitud de información acerca de los origenes de Hogan, un perro pelo de alambre que tuvimos en el refugio y que ahora vive felíz en Canadá, con Cathy Witlox y su familia.
Hola Cathy,
A Hogan (antes Gohan) lo recibí personalmente, así que te contaré su historia, y de paso la de mi perro.
En Cozumel hay algunos “teporochitos”, y cuatro de ellos son conocidos míos. Antes yo salía a correr todas las mañanas por el malecón, a la altura del faro, y cada día a las 6 de la mañana me topaba con cuatro hombres, indigentes, con visibles señales de estar bien crudos o todavía borrachos. Diariamente intercambiamos los buenos días, por varios años. Yo siempre tenía a mis cuatro perros, lo cual provocaba siempre algún comentario amable de éstas personas. Uno de esos días ví que había un cachorro sumado al grupo. Al preguntarles me dijeron: “Mira Güerita, abandonaron este cachorro aquí solito, pobrecito. Pero ¡le dejaron para su comida eh! ¡Siieeeete dólares güerita que le dejaron!” No es dificil imaginar en qué fueron invertidos los siete dolares, y sospecho que pasaron un buen tiempo buscando debajo de cada perro echado, por si acaso.
El cachorro, de unos seis meses de edad, se quedó con este cuarteto de ciudadanos durante varias semanas, y aunque no era la mejor situación para un perro, en realidad no estaba mal. Les ofrecí ayuda con vacunas y desparasitación, y por supuesto la castración ya venía en el paquete de servicios. El día que fue a recogerlo un miembro del staff, los cuatro hombres sugirieron –sabiamente- que mejor se le buscara un buen hogar al perrito; lo cual era finalmente mi intención. Lo que no hubiera imaginado era que ese buen hogar terminaría siendo el mío. Su nombre actual es Boris. Su nombre callejero era Van Damme (o Bandán).
Desde entonces, estos personajes se convirtieron en rescatadores de perros espontáneos. De vez en cuando me reportan algún perro en apuros; a veces he podido ayudar, a veces no se ponen de acuerdo en donde estaba el perro en cuestión, y a veces no estoy segura de que no lo están inventando. Pero un día a mediados de Mayo, uno de ellos entró a mi tienda y traía una misión. Generalmente vienen por un refresco –saben bien que no les daré un quinto para comprar aguardiente- pero el mensajero estaba tan emocionado con lo que me iba a decir, que no podía ni empezar. “Güerita, buenos días güerita, tenemos un perrito... así chiquitito así.. pero más grandecito... así chiquito...y necesita ayuda güerita... Su pelo es como de jabalí o... o... como zacate y... y... ¡le pusimos Peluchím! ¿Lo quieres ver? Así que se fue a buscarlo y regresó con uno de sus compañeros cargando a un perrito de mediano tamaño. Estaba muy simpático y efectivamente con pelos de zacate. ¿PELUCHIN? Le dije. Lo cargaban y mecían como a un bebé, pero tan fuerte que el pobre debe haber estado mareado. Estaba un poco espantado y algo flaco, pero en general estaba bien. Lo llevamos al refugio, se le hizo el servicio completo, y pasó a ser de los muchos candidatos que esperan una oportunidad de hogar y familia. Nuestra asistente de veterinario recién llegada le puso por nombre Gohan, personaje de Dragon Ball Z. Como los perros con pelo de alambre no han tenido muy buena salida en el refugio, todos esperabamos que surgiera una oportunidad para él en el extranjero. Y como milagrito, sucedió. A través del grupo Canadiense Rat Terrier Rescue, se le consiguió un hogar maravilloso. Ahora Hogan vive felíz con Cathy Witlox y su familia, que incluye otros 2 perros. SI gustan, vean su blog. www.wordwitlox.com/dogblog.
Mónica.