One day a nice lady came by with her 11 years old son, they told me they wanted, needed a kitten. They were promised by someone a kitten as a gift, they got all excited and prepared, only to be dissapointed, the owner decided to keep it; so they went to the Humane Society of Cozumel.
I gave them the tour, showed all our cuddly, purring little critters, all ages and sizes... and the kid saw Willy and it was a match made in heaven, he wouldn't look at any other. He told his mom: "I'm the one that stays at home all day by myself, I need a friend, I want Willy".
The lady was interviewed, kids may want a pet, but the responsible ones are always the parents, and she was given a green light to adopt.
A week later, the Lady came in with a strange cute expression in her face, she showed me a bag full of little coins: her son had broken his piggy bank to pay the adoption fee. I was SO HAPPY, it was the nicest thing to hear.
Willy is now known as Coco, he likes to cuddle in his owner´s lap to watch tv, to take naps inside his shoes, and to help him sleep by purring. They are a very happy family. Oh! and Coco is no longer skinny, he's growing up into a handsome cat.
Janice
Coco is getting big and is healthy in his HOME :)
Willy era un gatito flaco, las personas casi no lo veían.
Un día una señora amable vino con su hijo de 11 años, me dijeron que querían adoptar un gatito.les habían prometido un gatito de regalo y se habían emocionado mucho, pero ya no les regalaron nada, pues el dueño decidió quedarse al gatito prometido; así que vinieron a la Sociedad Humanitaria de Cozumel.
Les dí el tour, les mostré a nuestros pequeños pachoncitos y tiernos gatitos, de todas edades, colores y tamaños, que ronroneaban sin cesar... y el niño vio a Willy y como por hecho por el destino: no vio a nadie mas. El niño le dijo a su mamá: "yo soy el que me quedo solo en casa, necesito un amigo y quiero a Willy".
La señora fue entrevistada, pues aunque los hijos quieran una mascota, los responsables son y deben ser los papás, y se le dio el visto bueno para adoptar.
Una semana después, la señora regresó con una rara y tierna expresión, me mostró una bolsa llena de pequeñas monedas: su hijo rompió su cochinito, para pagar con sus ahorros la cuota de adopción. Yo estaba FELIZ, era una cosa muy linda.
Willy ahora es conocido como Coco, le gusta estar en el regazo de su dueño y ver tv, toma siestas en los zapatos de su dueño y le ayuda a conciliar el sueño ronroneando. Son una familia feliz. Ah! y Coco ya no está flaco, está creciendo y convirtiéndose en un gato muy guapo.